Presentación escrita para el festival "El cuerpo Flor 2020" por Emilce González Ruiz Presentando el hilo de su legado
Cuando conocí a Beatriz, ella ya había sido niña y huérfana de madre, estudiante de filología y maestra de idiomas, esposa y divorciada, integrante del teatro La Candelaria y exintegrante del Teatro La Candelaria, aprendiz de teatro y maestra de teatro; viajera del mundo y ermitaña de las montañas de Boyacá, había estado con los grandes maestros del siglo XX y orando en Delfos y en Bali; vivió en un apartamento y ahora había construido una maloca, la conocí cuando la vida misma la había consagrado como maestra, yo apenas tenía veinte años y me hice su aprendiz por quince años, los primeros diez años a su lado como ángel guardián y escribana, y los siguientes cinco acompañando la creación de escuelas de Biodharma, libros y documentales e iniciando un camino propio. A su lado aprendí a ser acompañante de viajes, asistente de la vida y la gestión, actriz, secretaria, pedagoga, investigadora, dramaturga, rebelde, sembradora de árboles, caminante, cocinera de sopa universal, lectora del Iching, limpiadora de telarañas y polvo, aprendí a no guardar secretos, a buscar en la tierra si se me perdía la vida en las esquinas del mundo, a ser escucha, voz, silencio, y cuando estaba por dejar a la maestra, ella volteó el sombrero de los saberes, vivió un accidente cerebral, estuvo acompañada de la muerte y dijo que el Biodrama no existía más… viví con ella el vacío de dejar el Biodrama e iniciar el Biodharma, ese camino es su legado para el arte del siglo XXI, BIODHARMA es como ella nombró el camino transparente que eligió dentro del océano teatral, y partió preguntándose en 2012 ¿será posible un teatro sin conflicto?
La fuerza de su propuesta humana y artística está en haber construido relaciones con las sabidurías ancestrales del planeta, en esas relaciones reside su singularidad, es por ello que el Biodharma no puede ser definido como método sino como cosmovisión teatral, ya que en éstas está el desarrollo de su experiencia, conceptos y referentes.
Presentando a una maestra
Quien llega a la lomita, lleva una pena de amor por sí mismo, por otro o por el mundo. Los he visto llegar y me he preguntado si algún día cesará la trashumancia.
Nosotros llegamos cuando ella estaba regando sus palmeras enanas, muchos años después me contó que no nos quería ni ver, y sin embargo cuando vio el Siempre Abrazo en la versión de este grupo de aprendices lloró. Es el amor, volver a ver el rostro amado del teatro, en esos cuerpos y voces torpes pero apasionados.
La he visto llorar por su hija, su nieto, por sus amores, porque cree que va a morir este o el próximo año o algún día, por las mujeres y sus invisibles esclavitudes, por la conquista y sus saqueos que no cesan, por sus recuerdos: Perder a su madre cuando tenía once años, ser abandonada por uno de los hombres que creyó su amor verdadero; vender maní en París a la salida de los teatros y vivir encerrada haciendo máscaras con Bernardo… ir por Villa de Leyva cuando los campesinos se espantaban de sus máscaras volteando la mirada, los días en que ella pasaba cargada de sueños y árboles para reforestar el hogar de alacranes y arañas sobre el que estaba construyendo una casa para su palabra: La Maloca.
Mitad piedra, mitad barro, esta casa ha sido el útero de un gran sueño: El Teatro Itinerante del Sol, por el que han itinerado los actores, generación tras generación, como si de una escuela se tratara… Y ella permanece como el sol que es. Cuenta entre risas que al principio estaban Bernardo Rey, Rosario Uribe, Diego Arango inventando rituales de ají, sopas de piedra, para bajar el sueño de un teatro en aquella loma donde ni siquiera el viento se detenía. Y llegaron otros, danzaron máscaras, sembraron árboles, actuaron el Siempre Abrazo, Tamoanchan, viajaron, se enamoraron, tuvieron hijos, emigraron. Cuando llegó Juana, la encontró regando sus palmeras enanas, conoció la soledad del grupo, la Maloca vacía, y vivió el Biodrama en el silencio de la lomita a la que empezaban a llegar los pájaros; estaba partiendo con su obra “Cantico de la mujer sin manos”, cuando entró por la puerta de la Maloca, de nuevo un grupo de aprendices.
El amor exige tiempo, el amor al teatro, la vida; renunciamos a nuestras carreras, a la ciudad, al individuo, tal y como ella misma había hecho. No hay nada que transmita que no haya pasado por su experiencia, el teatro como ritual del cuerpo en comunión con la naturaleza, las largas caminatas por las honduras de Iguaque, los baños en manantiales de agua fría, el barro sobre la desnudez, la pasión creativa desbordada en la enfermedad, el amor hasta sus últimas consecuencias, la locura como personaje ante el autoritarismo, el cuerpo como espacio donde conviven el maíz, jaguar, el mono y toda una jauría de fauna y flora americanas; viajar para renovarse en el encuentro con lo desconocido, el respeto por las razas y las culturas del planeta, la tierra como madre, el teatro en los bosques, plantar árboles dándoles nombres de muertos amados; el silencio, la quietud y la paz ante la verdad de estar solo de paso.
Nos enseñó desde respirar hasta abrazar con la voz el espacio, nos levantaba del fracaso de una presentación con horas de ensayo, que se transformaron en viajes por veredas, pueblos y países. Nos compartió a sus Maestros: Santiago García y Carlos José Reyes, fabricó máscaras para nuestros personajes, lanzaba alaridos para ahuyentar nuestro cansancio, nos cocinó sopa de leche universal cuando caímos enfermos antes de un estreno… Generosa hasta quedar vacía, sin energía para otro ensayo, sin dinero para arreglar algún desbarajuste que el tiempo y el uso le han traído a la Maloca. Vuelve a su casita, a sus pinturas, a los árboles.
Qué busca Beatriz, nos cuestionábamos cuando durábamos horas montando la escenografía en los teatros, días haciendo una máscara, noches enteras montando una escena, meses ensayando una obra, años presentándola, y en ese momento final cuando se creía acabada la labor, llegaba ella, cambiaba de lugar el árbol, desbarataba la máscara, eliminaba la escena, le daba otro giro a la obra. Pensábamos en silencio: nunca llegaremos a la perfección de lo acabado. Para ella todo está sujeto a la impermanencia, los actores mismos podían un día estar y al siguiente haber partido.
En la cocina las palabras eran el postre de las comidas, las risas fácilmente llegaban a que habláramos de la jerarquía en el poder, de la imagen de directora que se teje con la de maestra, madre, amiga y que nos situaba en la incertidumbre, porque un día no queríamos a la directora cambiándonos personajes y escenas, pero necesitábamos a la amiga que nos leyera el i-ching, el tarot, que nos guardara el secreto de un nuevo amor o nos dejara llorar largamente la pena de uno que se iba; otra noche preferíamos la orfandad de la madre que nos traía historias y regalos de países lejanos pero necesitábamos los consejos de la maestra para desenredar la vida de sus cargas y tormentos. Ella supo tejerse para ser en una muchos rostros, amados unas veces y otras motivo de huida y renuncia, rostros que nos daban la comprensión de estar dentro de un sueño tan ajeno como propio, paradoja irresoluble que lleva a todos en algún momento a darle sentido a su camino, dejar la escuela, el grupo e ir a la vida para probar lo aprendido: una actriz se va detrás de un amor a otro país, otra a las montañas a recoger animales y plantas, uno da un salto a otro grupo de teatro, otro se va de profesor de vereda, unos cuantos tienen hijos e inician el largo camino de ser familia, otros actúan sus obras y empiezan a arder con la luz propia…Y mientras unos se van, otros llegan con sus cargas y sus pasiones a interrumpir el riego de sus palmeras enanas.
A veces cuando veo a Beatriz entregada a las plantas, darle comida a sus perros y pintar, digo, se acabó, pero el destino de ella es la impermanencia y no acababa de decir eso cuando cambia una tierra por otra, tiene casa nueva, vida nueva, viajes, obra nueva, montaje nuevo… y aprendices nuevos que llegan a pedirle que les enseñe a hacer teatro, vuelve a enamorarse, porque su don es el de ser amante y amada de un arte infiel, que cada tanto se va, como se van los actores y con ellos las obras y tras ellas los recuerdos de grandes esfuerzos, a veces tan desmedidos que la dejan postrada al borde de la muerte, que teme y a la que saca a bailar en todos los montajes “viene la muerte bailando mil llamativos colores; ven dame un beso pelona; que ando huérfana de amores.
Reseña biográfica de Beatriz Camargo – Cantara
Nace en Bogotá, Colombia, el 31 de Enero de 1946. Desde su niñez, Beatriz Camargo, se inclina hacia la lectura de historias, cuentos, leyendas mitos, y literatura en general. Después de sus estudios de secundaria, en el colegio de la Asunción, en Bogotá, estudia Filología e Idiomas en la Universidad Nacional de Colombia. Luego de su grado en la Universidad, como Licenciada, es profesora de Inglés y Francés en colegios nacionales de secundaria y luego, en la Universidad Nacional de Colombia. En 1969, comienza sus estudios en La Escuela Nacional de Arte Dramático.
Luego de una crisis que llevó a cerrar la escuela al año y medio, continúa en la Escuela de Teatro del Distrito, dirigida por Carlos José Reyes. Al mismo tiempo se une al Teatro el Alacrán, bajo la dirección del mismo. Allí realiza investigaciones sobre William Shakespeare durante dos años consecutivos. En 1973, retorna a la Escuela Nacional de Arte Dramático, que se reabre bajo la dirección de Santiago García. Termina sus estudios de Arte Dramático, y en 1976, es nombrada por el mismo Santiago García, como profesora de actuación de la E.N.A.D., donde labora hasta el año 1984. En ese mismo año de 1976, es aceptada en el Teatro La Candelaria, dirigido, así mismo, por Santiago García. Allí se desempeña como actriz, e investigadora, hasta el año 1982, año en que junto con Bernardo Rey, funda el Teatro Itinerante del Sol, institución con personería jurídica a partir de 1983. Desde este mismo momento, comienza a investigar las culturas del mundo. Investigación que la lleva a proponer una escuela, en el sentido no sólo pedagógico, sino de corriente estética, que ha dado en llamar “biodrama, ahora, Bioharma”. Este ha sido el foco de sus labores dentro de este colectivo, como investigadora, creadora dramaturga actora, y pedagoga durante 32 años. En 1984, recibe una beca del gobierno francés para estudiar en La Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq. En París tuvo la oportunidad de encontrar gente muy importante del teatro del siglo XX (miembros del Roy Hart, Sigmunt Molik, actor del teatro laboratorio de Wroklaw, Ludwig Flaszen dramaturgo de Grotowski en el teatro laboratorio de Wroklaw, El maestro japonés de danza Butoh, No, y Kabuki, Shiro Daimon, Eugenio Barba y su escuela Internacional de Antropología Teatral de quienes recibe enseñanza invaluable. En 1986, es invitada a participar en “Nuestro Circo de Resurrección” del Teatro Bread and Puppets, dirigido por Peter Shuman, en Vermont, Estados Unidos. En el mismo año, es invitada por el director catalán, Toni Cots, para participar como actriz, representante de las Américas, en un montaje, con bailarines europeos y balineses, dirigido por él mismo, en Ubud, Bali (Indonesia). El siguiente año, es invitada como profesora y directora de montajes, al DIE WERKSTATT, en Dusseldorf (Alemania). A su llegada a Colombia, se instala en Villa de Leyva, donde se hace a una tierra (loma) desértica, en la cual construye La Maloca, hoy en día sala concertada con el Ministerio de Cultura, sede del Teatro Itinerante del Sol, y de La Anaconda-Arca para la memoria Biodiversa. Esta loma, hoy en día, es un bosque de plantas nativas.
Su investigación la ha llevado a crear la dramaturgia y puesta en escena de 29 obras. Durante los 32 años, como directora del colectivo teatral Teatro Itinerante del Sol, y los ya 46 dedicada a las Artes Escénicas, ha sido invitada en varias ocasiones, tanto en Colombia como en otros países, como artista y maestra de Biodrama-Biodharma, para dar conferencias y laboratorios creativos, bajo los parámetros de su propuesta. Ha recibido becas de Residencias Artísticas del Ministerio de Cultura, a nivel binacional, para crear dramaturgias, en Venezuela (“Enigma”) y México (“Solo como de un sueño de pronto nos levantamos” premio Nacional de dramaturgia del Festival de Teatro de Cali). También, El Teatro Itinerante del Sol ha recibido becas de creación del Ministerio, dirigidas por Beatriz Camargo, que han girado por Colombia y el mundo. “EL SIEMPREABRAZO”, “LA FLOR DE AMATE-CUN”, “QUE ESTÁS EN LA TIERRA”, “VOCES DE LA TIERRA”. El Teatro Itinerante del Sol, obtiene, así mismo, una beca de creación del Instituto de Cultura y Turismo de Bogotá, para el montaje de la obra: “LA GUARDASECRETOS”. De IBERESCENA, el colectivo obtiene una beca de coproducción con grupos mexicanos, y el XI FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO DE BOGOTA dirigido por Fanny Mickey, en ese momento, para el montaje de la obra: “SOLO COMO DE UN SUEÑO DE PRONTO NOS LEVANTAMOS”. En el año 2010, Beatriz Camargo, obtiene una beca de creación de IBERESCENA que da como resultado la escritura de su obra: “ORÍGENES”. En ese mismo año, “VOCES DE LA TIERRA”, obra de creación colectiva, con base en un guión, de la propia Beatriz Camargo, beca de creación Ministerio de Cultura: “ESCENAS DE LA INDEPENDENCIA”, es una de las obras que conmemoran el Bicentenario de la Independencia (2010). El 27 de Marzo, del año 2014, día mundial del Teatro, recibe un homenaje por parte de la Ministra de Cultura y la dependencia de Teatro y Circo del Ministerio de cultura, por su aporte al país en el campo del Teatro, mediante el otorgamiento de medalla al mérito cultural.
En el 2014-2015 IBERESCENA otorga una beca de co-producción: Colombia, México, Brasil, Argentina, para el proyecto “Orígenes Rumbo al Sur” que pondrá en escena la Obra: “Orígenes” cuya dramaturgia fue posible por la beca otorgada por IBERESCENA en 2010.
Los proyectos que sobresalen en su carrera artística y como pionera y gestora de nuevas tendencias, son:
Como actora (actriz) Ante todo, deja huellas en el Teatro LA CANDELARIA (6 años) con la creación de personajes como el Diablo Mayor y el Arbitrista, en la obra de Santiago García, EL DIÁLOGO DEL REBUSQUE, y dentro del Teatro Itinerante del Sol, con la creación de los personajes centrales de las obras Muysua, Eart, Pascuala Cuevas, en la obra LA FLOR DE AMATE-CUN, y Guadalupe (en la obra SOLO COMO DE UN SUEÑO DE PRONTO NOS LEVANTAMOS). Toda su propuesta que va del BIODRAMA AL BIODHARMA, parte de lo que ella ha investigado y sigue investigando a partir de su propio cuerpo de Actora. En el cine deja huellas actorales, en personajes como Mama Ramos, de la película CANCIÓN DE IGUAQUE de Juan Manuel Benavides. Desde el año 1969 no ha abandonado el escenario, siendo su pasión la Actuación.
Fundadora y directora de la Asociación Cultural y Ambiental Teatro Itinerante del Sol
Durante 32 años, Beatriz Camargo, ha logrado la continuidad de esta agrupación teatral que ha contribuido a la dinámica del movimiento teatral en Colombia y el mundo, con base en una investigación, experimentación, invención, creación, difusión y pedagogía, propias, que han girado por la región, la nación y el mundo, dando a conocer un arte inspirado en las sabidurías ancestrales de culturas del mundo.
Dramaturga
Creadora que enriquece la dramaturgia nacional con obras como:
• La Ocarina, 1983 • Evohé (PROCESIÓN), 1983 • La Vaca-nte, 1984 • Eva – Io, 1987 • María de La Candelaria (PROCESIÓN), 1987 • Eart, 1988 • Muysua, 1991 • Die Toten Diktatoren (realizada en Alemania), 1992 • El Siempreabrazo, 1994 • Tamoanchán, 1995 • La Flor de Amate – Cún, 1997 • La Guardasecretos, 1998 • Dónde Están mis Hijos, 1999 • María Magdalena, 1999 • Nunna (realizada con el grupo Amlima de Togo, África), 2000 • Espectros del Tiempo, 2000 • Cántico (Cantar de los Cantares), 2001 • Cántico de la Mujer sin Manos, 2000 • Enigma, 2004 • Que estás en la Tierra, 2004 • Madredeagua 2005 • Nierika 2007 • Sólo como de un sueño de pronto nos levantamos, 2008 • Trance (homenaje a Federico García Lorca), 2010 • Voces de la Tierra. (Beca de creación Ministerio de Cultura ESCENAS DE LA INDEPENDENCIA, para conmemorar el Bicentenario de la Independencia ), 2010 • Orígenes. (Beca de creación de IBERESCENA), 2010 • Cauhleu 2012. 1985, 2014 • Arikuandari (Beca de creación Ministerio de Cultura), 2016
La mayor parte de estas obras, así se inspiren en culturas de diferentes partes del planeta, siempre tienen como punto de referencia las culturas de Abyayala (así se denomina, según la lengua ancestral de los Tule, el territorio que luego de la invasión europea, se ha venido llamando América). Por esto mismo, esta dramaturgia ha abierto toda una corriente estética, que permite una mirada de reconocimiento de estos territorios y sus gentes, corriente estética, que ha propuesto otras maneras de abordar las unidades de tiempo-espacio y acción, trascendiendo lo que en el teatro se ha venido llamando “CONFLICTO”, al nivel de “DESAFÍO”, tal como era el “AGÓN” en la ritualidad pre-clásica griega. Agón que tras el paso por threnos, pathos, anagnórisis, llega a la Hilaria. La propuesta del Biodrama-Biodharma , contribuye así desde el Arte, en la co-creación de una consciencia en la humanidad que nos saque de “los terrenos del conflicto”, hacia una paz planetaria que ya nos merecemos.
Pedagoga
Fundadora y directora de LA ESCUELA DE BIODRAMA-BIODHARMA. Según Beatriz Camargo, El BIODRAMA-BIODHARMA es una propuesta estética que celebra la vida integrando todas las artes en un arte holístico para la escena, ligado a la naturaleza y el cosmos. Es una exploración y experimentación, siempre en proceso, una investigación – acción – creativa – pedagógica que celebra la MEMORIA como Madre de las Artes.
La escuela ha desarrollado durante 34 años eventos de diversa índole: En concertación con el Ministerio de Cultura, desde el 2.003 hasta el 2009, y luego, nuevamente durante el 2013. Esta escuela también ha sido auspiciada por la secretaria de cultura de Boyacá, desarrollando el proyecto “ESCUELA ANACONDA ARCA PARA LA MEMORIA BIODIVERSA EN LAS ZONAS RURAL Y URBANA DEL MUNICIPIO DE VILLA DE LEYVA”, con niños, jóvenes y abuelos, con un trabajo permanente en cinco veredas y en diferentes instituciones educativas de Villa de Leyva. Con un carácter Nacional e Internacional, LA ESCUELA DE BIODRAMA-BIODHARMA, realiza una convocatoria anual a nivel internacional. Ha realizado once versiones, que bajo la dirección de Beatriz Camargo, culminan con un performance donde se integran todas las artes. Es una escuela de verano, que se ha llevado a cabo todos los años durante el mes de Julio, con la participación de maestros y maestras venidos de México, Uruguay, Italia, Ecuador, África, la India, Colombia. Este año se organiza la XIII versión, con el propósito de adentrarse en las matrices de LEY DE ORIGEN, que nos proponen los pueblos originarios. Beatriz Camargo ha realizado giras nacionales e internacionales, dando a conocer su propuesta, a través de laboratorios, que han dejado huella profunda en sus participantes.
FUNDADORA Y DIRECTORA DE LA MALOKA- ANACONDA ARCA PARA LA MEMORIA BIODIVERSA sala concertada con el Ministerio de Cultura. La sede del Teatro Itinerante del Sol es una lomita, antes desierto, ahora un bosque: Parque eco-cultural, restaurado por Beatriz Camargo, reserva-jardín botánico, que pretende ser UN PUNTO DE ENCUENTRO, y arca, que guarda, y recrea para la humanidad, los secretos de la memoria, a nivel biodiverso y cultural, que deben ser develados, para que reaprendamos a relacionarnos orgánicamente, y en celebración con nosotros mismos, con nuestro cuerpo, con nuestro entorno, con el planeta y sus criaturas, y el cosmos. Además del bosque, el espacio cuenta con un sitio abierto (maloca cósmica), circular, de 13 metros de diámetro para la escena y para un público de 500 personas. Así mismo, cuenta con un espacio cerrado, La Maloca, inspirada en la casa ceremonial aborígen, apto para presentaciones, conciertos, encuentros, laboratorios, seminarios, video-conferencias, proyección de películas y videos. La Maloca, se ha concebido como un “Lugar de encuentro y aprendizaje»: MATRIZ CREATIVA. Es un sitio visitado a nivel nacional e internacional. Es un patrimonio arquitectónico, de alta estima, que garantiza otro patrimonio vivo: El colectivo TEATRO ITINERANTE DEL SOL (35 AÑOS).
Artista plástica
Sus puestas en escena tienen el carácter de instalaciones, con un lenguaje mitopoético y onírico, eminentemente plástico. Ha realizado exposiciones de máscaras, En Colombia, Alemania y Francia. Desde hace seis años, se dedica también a la pintura: Ha realizado cuatro exposiciones individuales, y participado en cuatro colectivas.
Fuente: http://micompaniateatro.com/festival/beatriz-camargo/
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